lunes, 15 de junio de 2009

algunos errores

Últimamente he cometido muchos errores, pero ninguno tan garrafal como el relacionado con los gustos musicales que he tenido durante los postreros dos años. Como ya he explicado en otro anterior post, antes lo mío era el Metal y sus variantes tales como el Doom, el Death o el Heavy, pero lamentablemente, después de conocer a cierto desagradable (ahora) personaje extranjero y llevada por un idiota deseo de simbiosis romántica (que ni yo misma entiendo ahora) me deje llevar y empecé a escuchar “otras cosas”… cosas como Jazz (eso no es tan malo), Bossa Nova (que me hace dormir) pero si engendros como el “Pop Intelectual”, ese estilo con que muchos cantantes quieren disfrazar con un leve toque de solapada pedantería sus tropiezos con el manoseadísimo amor, esa espeluznante peste con que todos los seres humanos, ordinarios y no, se han contagiado alguna vez, pero ATENCION! para que nadie se cuenta que ellos también lo son, (porque una de las bases de la industria musical es negar la humanidad de sus representantes, o si no, pregúntenles a los de Radiohead) es que recurren a artificiosos recursos, como citar a filósofos birmanos, gruñidos de animales en extinción o cantar en alguna lengua muerta del Sahara Occidental, aunque debo admitir que no desprovistos de cierta maliciosa astucia. Y bueno, esta tonta que aquí escribe, cayó en el jueguito ese, de escucharlos y sentirse ligeramente más inteligente porque creía que estaba escuchando música más “elevada”, y acorde con los gustos de la gente onderita, y como los onderitos son los que la llevan, los que dirigen las corrientes de pensamiento de la gente menor de 27 y nuevos autores de la Crítica de la Razón Pura del siglo XXI, además de protagonistas de cuanto afiche de tienda cara y explotadora exista, pues bueno, hay que de alguna manera adaptarse, o mejor dicho, tratar de ser un poquito más homogeneizada, no es bien visto que una damita de más de 20 aun escuche metal… Oh, cuanta simpleza hay en mí. Que espantosa persona soy. Merezco que todos los suecos y finlandeses que usan poleras negras del mundo me apedreen por traidora. Debería venir Chuck Schuldiner a espantarme cada noche hasta el fin de mis dias y por minimo 3 vidas posteriores, se que me lo gané.
Lo importante de todo este publico escarmiento hacia mi misma, es que quiero recuperarme. Quiero volver a ser la alguna vez fui. O quizá incorporar algo de lo bueno, porque no todo fue house electrodance y cantos de ballenas islandesas, igual hice buenos descubrimientos, como la música clásica, Ella Fitzgerald, Sonic Youth o Madrugada, pero ahora, que estoy a punto de entrar a los 25 años, ya es hora que haga cuenta de que tengo que tener una verdadera identidad musical y la mía es el Rock, y también es el Metal, porque siempre he odiado cuando la gente pregunta (por preguntar eso si, una viejísima formula para poder conocer mejor a los desconocidos) “¿Y que música te gusta?” y estos responden “Ehh, bueno, yo escucho de todo, cachai, o sea igual me gusta el reggeatton, Royksopp, Camila, Babasonicos, Lauri Tähkä, Los Huasos Quincheros y a veces escucho Gorgoroth y Dama$ Grati$”

… ¬¬

Dejo la interrogante: ¿Es eso una muestra de cuan abierta y tolerante puede llegar a ser la mente humana y cuantos códigos distintos es capaz de analizar al mismo tiempo, entenderlos y disfrutarlos a la vez? Porque si lo vemos desde ese punto de vista, la gente que responde así debe tener un intelecto realmente portentoso y una mente absolutamente brillante, idónea para cualquier desafío mental.
O tal vez: ¿Es eso una muestra de cuan inestable, inconstante y poco consecuente puede ser una persona? Porque si lo vemos desde ese punto de vista la gente que responde así debe padecer alguna clase de leve esquizofrenia, tratable sólo con pastillas y capaz de ser un día del Colo Colo y al otro día de la U, con las consecuencias físicas respectivas, estadías en el hospital incluidas.
En fin, yo ya ni se como empezaba todo esto. Pero sí se que quiero que cuando me pregunten (por preguntar, sé cuan poco les interesa en realidad) “¿Y a ti, que música te gusta?”, yo pueda, orgullosamente, fielmente, sin ningún asomo de duda contestar

“ ¡¡A mi me gusta el Rock y el Metal!!”.

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