viernes, 15 de junio de 2007

De Arañas y Botones


Creo que ya es hora de dejar atrás toda esta mochila de miedos que siempre cargo. Miedo a errar, miedo a querer, miedo a morir, miedo, miedo y más miedo. Estoy chata de esta eterna y circularmente viciosa situación en mi vida, pero dejando de lado el plano más sicologico de toda la pandemia fóbica que creo que cada ser humano lleva consigo, su propia carga, porque sinceramente no creo en eso del Hombre Sin Miedo, porque si no tiene miedo, sencillamente no es tan humano. Y el miedo perturba, limita, coarta, destruye al que teme, y va más alla de ese horror cósmico a Dios, al Diablo, a la Virgen, a Allah, a Yaveh, a la Muerte, a Yog Sothoth, a Cthulhu, a Bush...sino que a veces se supedita a planos casi absurdos, ridiculos, pero no por ello menos temibles. Recuerdo muy bien la historia de la mujer que le temía a los botones, no podia ver los botones, imaginen, los botones estan en todas partes, alli, en esa mujer que se dice tu amiga y te habla de forma tan amable usa una blusa con botones negros tan grandes... ella sonrie, gesticula, ellos observan impasibles, esperando a atacar, desde sus trincheras humanas, encima del corazon, alrededor del cuello, sobre el sexo... estan en todas partes y solo estan durmiendo. Cuidado con los botones. Nadie puede escapar de ellos. Para que decir, para esta pobre mujer era un martirio ir a las tiendas a comprar ropa, no, ahi estaban en masa, en multitud acechante y en las calles ellos cobraban movimiento y vida, con colores vibrantes pretendían esconder su autentica y maligna naturaleza. En fin, un dia sus simpáticos y considerados amigos la invitan al tipico asado parrillero en el patio, bueno, hacia calor, todos con poleras, se veia un buen dia por venir, se lanzan a la pisciana, todo muy divertido. Mientras ella y sus amigas nadan, algo pasa, pero no se fija. Cuando se aburre y le da hambre, se decide a salir. No puede. Espanto. La piscina esta rodeada de botones, por todo lo que es la orilla habian botones configurando la silueta de la piscina. Ellos, obviamente, se burlan un poco, y ahi se quedan. Los amigos empiezan a decirle que no sea exagerada, que lo hacen por ella, que es solo por su bien y que se enfrente a sus demonios. Ella esta congelada y no precisamente de frio. No puede, llora, suplica, que la corten, que no sean malos, que son amigos o no?? Es la peor pesadilla a la que pudo aspirar su mente enferma de botones. Y simplemente no sale. Se queda ahi. Y ellos (los amigos) siguen riendo. Pasan las horas y la mujer sigue ahi, los amigos se preocupan y la van a ver, porque piensan que esta amurrada en la esquina de la piscina, ya que nadie se habia preocupado por ella, la habian considerado caprichosa y pendeja y al final se habian sentido sumamente ofendidos por su reaccion a tan noble y desinteresada acción. Y la van a ver, pero ella ya no puede salir, ni aunque quiera, porque al verse rodeada de botones su corazon no aguantó el horror y se declaró vencido de esta vida tan amarga y tan llena de botones.
Yo le temo a las arañas. Las odio desde que tengo memoria, me ponen nerviosa, me hacen sudar frio y me provocan terribles sueños. Es tanto el miedo que ni siquiera puedo entrar a un lugar si es que hay una araña allí, según yo, esperandome, y grito, y tampoco puedo verlas siquiera en la tele o en fotos, porque hasta ahi me intranquilizan. Y no me gusta nada esto, y no quiero ni acordarme de esa vez cuando mi primo me puso la araña pollito en el brazo porque todo mi cuerpo tiembla.... pero al menos lo admito (claro, si estoy acompañada en frente de una araña, es más que pública mi fobia) y quiero, como primer paso, dedicar esta zona, a los miedos y sobre todo, a mis aborrecidas arañas. Quizá por eso nunca me simpatizó el imbécil nerd de Peter Parker.

1 comentario:

Sibila dijo...

holas

si lees estoy hoy te envitao a un vituperio en la casa de una amiga un momento intimo en el que compartiremos un no despreciable navegao...puxa ojala leas esto pa que vayas po