miércoles, 10 de octubre de 2007

me gusta tanto ser la amargada...

Digamosle Tomás. Después de nuestro seudo romance caburguano de casi 6 días me quiso pedir mi número de celular para seguir en contacto, no quise darselo y le dije que no me interesaba que siguiéramos en contacto, ni viendo más y que lo dejaramos así. El me dijo "eres una fria". Yo le dije "eres un pendejo" (tiene 20 años).
Lo ví después en la UFRO, me miró y se hizo el indiferente, ni siquiera me saludó, pasó por mi lado como si no me conociera. A mi me dio risa y tampoco lo pesqué. Durante meses me lo encontraba, él me miraba, se ponía rojo, se hacía el tonto y luego desaparecía. Yo no estaba ni ahí. Después coincidí con él en un par de fiestas, sólo se limitaba a a mirarme. Y mis amigas "ay tonta, pescalo, si es el tremendo mino te vas a quedar sola de pura amargada que eres". Es cierto que es bastante atractivo. Pero me gusta ser una amargada. El pesimismo es la bandera de mi vida.
Un amigo de él me abordó una vez en un pasillo y me dijo que Tomás estaba muy enamorado, que no hallaba que hacer conmigo, que yo era tan indiferente, que porque no le daba una oportunidad. Yo sólo le dije que su amiguito era bien cobarde y que no me interesaba la gente de esa calaña, porque de verdad, odio a los cobardes. Lo más gracioso es que al poco tiempo después, lo vi muy acaramelado con una chica morena, alta y de pelo negro. El me miró fijo y procedió a besarla exageradamente y cada vez que paso por su lado hace lo mismo. Pobre tipa. Pobre Tomás.

1 comentario:

Prado dijo...

Relacionarnos a veces parece un juego de tontos. Lo difícil del asunto, es que a veces, sin quererlo, sin pronosticarlo, ni tan siquiera merecerlo, sales lastimado. Hasta que un buen día, mandas a todo y a todos al carajo. O te pasa como a mí, que encontré a alguien que le tocaba igual en la vida. A partir de entonces, súbitamente, toda recapitulación de tu vida te hace tanta gracia, que te ríes todo el día. Y sonríes, incluso cuando sacas quinientas fotocopias de lado y lado en la oficina.